martes, 30 de octubre de 2012

Comienzos del Antiguo Régimen.



Según Michel Vovelle “El objetivo de la revolución era la destrucción del feudalismo” (2000, pag.11). Cuando hablamos de feudalismo nos referimos a aquel sistema económico tradicional, el cual de algún modo es controlado por el sistema rural. En 1789 (época en la que el antiguo régimen entra en crisis), el 85% de la población francesa era campesina. En esta época la mayor crisis económica fue la de la crisis de la “subproducción agrícola”(Vovelle, Michel, 2000, pag.12), pese a que seguía con la permanente disminución de las hambrunas sufridas tiempo atrás. El sistema social (feudalismo) seguía aún reflejado con los “tributos señoriales”(Vovelle, Michel, 2000, pag.12), ya que la “aristocracia nobiliaria” poseía en 30% de la tierra cultivable, en otra parte el Clero poseía de un 5% a un 10% de esta, se arrendaban a los campesinos por el precio de un porcentaje de sus cosechas; detrás de esto está el cobro de impuestos (anuales u ocasionalmente)  y el poder de los “señoríos sobre los molinos, hornos y lagares.

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Organización.



En la época se tenía un sistema tripartita, el cual lo constituían la Nobleza, el Clero y el Tercer Estado (parlamento), tanto el Clero como la Nobleza poseían “privilegios fiscales”, los cuales cubrían casi por completo los impuestos, y también existían “privilegios honoríficos”, donde se les daban acceso a los grados de oficiales militares; se crean conceptos como el de “cascada de desprecio”, el cual se aplicaba a la diferencia de privilegios con respecto a los plebeyos; otro concepto creado, fue el de “reprimido social”, el cual se aplicó con la clase “burguesa” a finales del antiguo régimen.
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El absolutismo en el Antiguo Régimen.



Otro tema que fortaleció estos problemas fue el del absolutismo, ya que en esta época se tenía al rey como figura de todo poderoso. En esta época el reinado lo tenía el rey Luis XVI, aunque desde el reinado de Luis XIV se seguía la ideología de que “los intendentes de “política, justicia y finanzas”, de los que se decía  que eran “el rey presente en la provincia”, en el seno de las comunidades que ellos administraban” (Vovelle, Michel, 2000, pag.12). En el sistema político del antiguo régimen se tenía la monarquía como un derecho divino, el rey es ungido, toma una figura paterna y hasta como una figura sagrada, al ser el responsable religioso al tener el Catolicismo como religión del Estado y que hasta finales de este régimen (1787) muestra tolerancia hacia la religión protestante. Ya en 1789, este régimen por fin entra en crisis por múltiples causas, entre ellas algunas conocidas como “mortales” (Vovelle, Michel, 2000, pag.12).
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Comienzo de la crisis en el Antiguo Régimen.


La problemática comienza con el cobro del impuesto real, ya que se recaudaba según la clase social (privilegiados o no), por lo general las ciudades estaban exentas de este. Pese a ser un problema de siglos, la voluntad del campesinado llegó por fin al hartazgo, la voz de la sociedad alcanzó al final a ser escuchada, la pregunta fue ¿Por qué llegó a ser escuchada a hasta ahora?, algunas historiadores han llegado a la conclusión de que en esta época la monarquía perdió casi por completo su autoridad. La crisis de la sociedad en el  fin del Antiguo Régimen se dio en todos los niveles; así con lo que es la caída de la “aristocracia nobiliaria”, la cual se puede ver de dos formas, de forma relativa y de forma absoluta, esto se origina debido a que la nobleza vivía por encima de su situación económica, con lo que surge el endeudamiento; esta era válida tanto con la nobleza parasitaria de corte de Versalles, como para la nobleza media provinciana. Estas se habían podido estar aprovechando de la subida de renta de la tierra,  por ahí de 1750, pero estaba disminuyendo de forma relativa a la explosión del beneficio burgués. Se habían acabado los tiempos de la monarquía absoluta de Luis XIV, se había acabado la monarquía absoluta que extraía los agentes superiores de su poder, Saint-Simon la consideraba la “vil burguesía”. La monarquía aristocrática ya no tenía salida.
Al que provocara una hostilidad hacia los campesinos y de la burguesía, se comenzó a crear un ambiente tenso y un clima “pre revolucionario”. Se ha calificado de “revolución aristocrática” o “prerrevolución” a la época que va de 1787-1789. Se busca una solución para los problemas económicos que se están sufriendo convocando una “Asamblea de Notables”, con la cual no se obtiene ningún resultado positivo, por los que se recurre a una negociación con “los Parlamentos”, de la que no se tienen corrientes de apoyo muy fuertes, por lo que se da una convocatoria de los “Estados Generales”, la primera vez desde 1614. De esta búsqueda de soluciones no estaba la de buscar una salvación para el sistema monárquico, sino que se buscaba conservar los privilegios de clase.
Sin embargo la crisis del antiguo régimen no esta dada exclusivamente por problemas internos como los de la aristocracia, sino que también hubo ataques por parte de la burguesía y del campesinado. El ascendente precio de los alimentos y la renta generan tensión en población francesa, por lo que la población francesa de hoy en día prefiere no llamar al siglo XVIII como un siglo de mucha prosperidad. Sin embargo la prosperidad de este siglo es indiscutible, ya que a mediados de siglo la población francesa aumenta aproximadamente a 25 millones de habitantes (antes 20 millones aproximadamente).
En 1789, solo un 5% de la población francesa es urbana. “Los “burgueses” trataban de acceder a la respetabilidad mediante la compre de tierras y bienes raíces, o, mejor aún, de títulos reales, que confieren a sus posesores una  nobleza susceptible de transmitirse hereditariamente.” (Vovelle, Michel, 2000, pag.12). La mayoría de la burguesía se dedica a actividades productivas, pueden ser comerciantes, empresarios, comercio de ultramar, banqueros, financieros, fabricantes, pero sin embargo llegan a ser abogados, notarios y médicos, a estos últimos se les asigna un papel que habrá de resultar esencial en la revolución.  Los artesanos, minoristas y el campesinado son ideológicamente dependientes de la burguesía, aun cuando sus intereses sean parecidos en la búsqueda de la revolución. 

Bibliografía

Rudé, George. (1974).  La Europa Revolucionaria 1783-1815. Madrid: 

Vovelle, Michel. (2000). Introducción a la Revolución Francesa. Barcelona: Crítica Editorial.
http://books.google.co.cr/books?id=BeW626UoX0QC&printsec=frontcover&dq=la+historia+de+la+revolucion+francesa&source=bl&ots=alBVE8bfug&sig=w6jMQelrSrc0giJ1ExQsqBMsHeA&hl=es&sa=X&ei=bkF-UJCvPIj69gTOzYDwBg&ved=0CC4Q6AEwAA#v=onepage&q&f=false